Se halla ubicado entre el monte Albeniz (1.011 m.) y la Sierra de Urbasa, en la margen izquierda del río Zirauntza.Número de habitantes: 66 (2014).
Apuntes históricos
Los precedentes históricos de este lugar habría que lIevarlos a la prehistoria cuyos primeros índícíos de población aparecen en una red de yacimientos arqueológicos desde el Neolítico (Ameztutxo) a la Edad del Bronce (Cueva de los Gentiles), o a la Edad del Hierro (Aliarán). La romani¬zación también está presente en algunos lápidas existentes en la ermita de Artzanegi. Esta presencia humana y la posterior dentro de la historia escrita, puede explicarse por su situación en el corredor natural que es el del Paso de la Burunda que facilita la comunicación en sentido este-oeste. Precisamente por él pasaba la calzada romana que unía Astorga con Burdeos.
Existieron otras dos aldeas próximas, ya desaparecidas en el siglo XV, -las de Lecea y Arzanegui- que figuraban como pagadoras del Voto de San Millán al monasterio. En estas aldeas se encontraban las ermitas de San Pedro de Lecea y Santa Maria de Arzanegui, respectivamente. En la prime¬ra de ellas tuvo su origen el apellido toponímico de "Lecea" con entronque en los linajes más nobles de la Llanada Oriental. La ermita de San Pedro de Lecea agrupaba a la "Cofradía de los nobles hijosdalgo del contorno".
Recorrido por su núcleo urbano
No presenta una ordenación urbana concreta aunque sí se observa un cierto trazado en sentido lineal. De entre su conjunto urbano destacan dos de las casas. Una de ellas es una casa hidalga, con una piedra armera en blanco que nunca llegó a labrarse, sobre la entrada. Construida en sillería, su fachada principal, con planta rectangular y tejado a tres vertientes. Su origen podría llevarse al siglo XVII. Otra de las casas, de carácter popular, así mismo rectangular, se construyó con la planta baja en sillería y mampostería con levante de la planta primera, con cuerpo entramado saledizo y cierre de ladrillo.
Por su casco urbano cruzan las vías de trashumancia de ganado que permiten desplazar este de los pueblos a la sierra.
La iglesia parroquial, dedicada a San Miguel, es de planta rectangular con tres tramos, que corresponden a otros tantos cierres de cubierta: con nervios de perfil plano, de luneros y de cañón. La actual iglesia fue reconstruida en el siglo XVIII ante el deterioro de la anterior, que por algunos restos -óculo con tracería de juegos de círculos- debió edificarse a comienzos del siglo XVI. La portada es barroca, construida en 1750. En el costado izquierdo se abre la capilla de los lIárduyas, fechable entre los siglos XVI-XVII, presenta escudo ovalado con las armas de la casa de los Lecea-lIarduya en alianza con las de Ocáriz. Antes de levantarse esta capilla los enterramientos de los Leceas tuvieron sepulturas en la primera hilera, en el suelo aliado del evangelio, conservándose tres losas sepulcrales, de los siglos XV-XVI, con las armas familiares. El coro tiene interesante estructura de madera de carácter popular. La pila bautismal es una buena obra gótica. El retablo mayor es del siglo XVII con banco, dos cuerpos y remate.
El sagrario se recompuso con elementos del siglo XVI, con la puerta con relieve de Cristo Resucitado y a ambos lados imágenes de Santiago y otro apóstol. En el primer cuerpo la imaginería representa a San Pedro y San Pablo. En el segundo cuerpo los nichos cobijan tallas de San Juan Bautista y San Andrés y al centro la del titular San Miguel. El ático contiene un grupo del Calvario. Tiene retablos laterales dedicados a: Nuestra Señora presente en una buena talla del siglo XVI; la Purísima, de estilo rococó; ya las Animas. La sacristía conserva la primitiva bóveda nervada, profusamente decorada y de gran belleza .
Utilizamos cookies propias y de terceros, para realizar el análisis de la navegación de los usuarios. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso.
Puedes cambiar la configuración u obtener más información aqui.